Pues bien, de repente un día les dije, hoy si, os voy ha traer un perrito. Que cara me pusieron, se fueron a la pisci tan contentos, porque hoy mamá les iba ha llevar un perrito.
Y claro que les iba ha llevar un perrito, pero uno de bizcocho, buttercream y fondant, jijijijijiji.
Me fui a un curso en Sueño de Azúcar, tornear un bizcocho en forma de perro y hacer una tarta increíble, lo impartió María de Tartilandia. Fue un curso genial porque María es una gran profesional y supo muy bien transmitirnos sus conocimientos.
"Mi cuqui", no quedó mal para ser la primera vez y eso que al principio a mí, mi perrito me parecía un camión más que un perro.
Imaginad la carita de mis niños cuando lo vieron; un perrito, decían y le acariciaban, pero solo los primeros cinco minutos, después ya era: yo quiero una oreja, yo la nariz, yo un trocito del culete, jajajaja. y evidentemente, nos comimos al can y estaba riquísimo. Un trabajo bien hecho.
He aquí la camada del día, trabajamos muchísimo y con un calorazo.... que no ayudo mucho a trabajar el fondant. Pero mejor así, porque aprendimos mucho más.
Mi cuqui es el de la esquina izquierda, haaayy, mmmm, que rico estabas.
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